Quisiera perderme en el infinito, mirar más allá de lo que esta frente a mi. Tener la fuerza para avanzar sin mirar atrás, adiós errores... adiós consecuencias. Quisiera poder mirarte a los ojos y darte las respuestas que quieres escuchar, tomar tu mano sin culpa, sentir tu piel y tus labios... sin pensar en otra piel o en otros labios. Me gustaría creer que soñar no cuesta nada, que al despertar la realidad no cambia.
Pero perderse no es fácil y la vista no puede traspasar muros, los errores no se borran y las acciones siempre tienen consecuencias. Pero al mirarte a los ojos confundo verde con café y aunque la exótica selva es hermosa nunca me ha hecho desvelarme y soñar con los ojos abiertos. Aún no puedo tomar tu mano sin sentir otros dedos, ni besarte sin pensar en otros labios o tocarte y rozar otra piel... Y soñar, soñar cuesta tanto que ni dándote todo lo que tengo podría pagarte el dolor de la falsa esperanza. La realidad se ha vuelto tan mala como perder los espejismos de la fe.
Y no hay vuelta atrás, no hay lugar a dónde ir, a donde escapar... porque el infinito es aquí, es ahora, es hoy, es mañana y también es nunca.
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